Obituario Rosa María Ravera (1932-2021)
Expresamos a la Asociación Argentina de Semiótica, a la Federación Latinoamericana de Semiótica, a la International Association for Semiotics Studies- Association Internationale de Sémiotique, a la Federación Latinoamericana de Estética y a la Asociación Argentina de Estética
Un Profundo Pesar por el Sensible Fallecimiento de la Dra. Rosa María Ravera, alguien necesario ya no estará con nosotros.
Estudió En la Universidad Nacional de Rosario, amiga de Umberto Eco y de Luiggi Payreson, el gran maestro de Eco, y su inmensa obra sobre semiótica y estética se expandió por el mundo más allá de nuestras fronteras. Obtuvo el Premio KONEX 1996 y fue Condecorada por el Gobierno de Italia, entre muchas distinciones.
Pero, la distinción más importante para ella era estar en el corazón de la gente. No quería el vacío entre el arte selecto de la academia y la gente misma. Sus alumnos y colegas recordamos ello, pues siempre quería dar su saber a los otros, sin egoísmos ni competitividad. Si vida fue marcada, como ella misma lo dice en el Documental ANBA (Academia Nacional de Bellas Artes) del 11 de enero 2013 por lo sensible y lo racional. Su intensa obra pictórica se desarrolló paralelamente con lo analítico, la racionalidad semiótica, pero poco a poco va siendo desplazada por su focalización en la estética y la semiótica. Allí encontraba una forma de superar la contradicción. La lectura de Boticelli, Piero Della Francesca, Berni, Wells, Renart, Max Ernst, de la Plástica Argentina, entre muchos otros, nos dejan ver un más allá de la obra que no es solamente una racionalidad analítica decodificadora, sino que es lo sensible el interés más profundo, perspectiva que la aleja de Mario Perniola (Del sentire. 2002. Torino: GiulioEinaudi, editore) quien supuestamente elabora una estética del sentir, pero escapa de lo real al transformar lo sensible en un esquema categorial. Para Rosa María lo sensible está cerca del proceso primario mismo, cercano a la École Neo Freudiana de Paris, cercana con ello a Julia Kristeva (La révolution du langage poétique. 1974. Paris: Seuil) a Jean François Lyotard (Discours, Figures. 1971. París: Klincksieck) y a Christian Metz (Le signifiant imaginaire. 1971: Union Générale d´Editions). Lo dice, ella misma: “En estas líneas se avanza la hipótesis de que la dimensión semántica se alía y se nutre de la instancia del deseo, lográndose en la producción de sentido la colaboración e integración estratégica, siempre conflictiva y dinámica, de mecanismos conscientes e inconscientes que sitúan a la pintura en dominio intermedio” (Rosa María Ravera, 2014. Rosario: Editorial Fundación Ross: página 210). Es decir, se acerca y se aleja de Kristeva. Se acerca a Kristeva pues la producción estética no pertenecería solamente al ámbito de la cultura “pues respondería (también) a leyes que no son concebidas como operaciones superestructurales ni infraestructurales sino “Yuxtaestructurales” (Rosa María Ravera, Op. Cit. Página 211). Por yuxtaestructurales entiende lo planteado por Kristeva quien “ha pensado que el dispositivo pictórico revela el encuentro de una energía pulsional aún no socializada, lógica y cronológicamente anterior al plano del lenguaje, con la elaboración simbólica” (Rosa María Ravera. Op. Cit. Página 211). Sin embargo, se aleja de dichos autores, pues la construcción teórico-metodológica de Rosa María Ravera es más basada en Peirce y Eco. En la descripción semiótica de una pintura operan “interacción de operaciones complejas en diferentes grados de profundidad, desde las codificaciones de rápida reorganización, hasta las estructuras más permanentes y estables” (Rosa María Ravera. Op. Cit. Página 210). Y es en la Triada de Peirce, donde encuentra el instrumental para estructurar caminos, en una apertura de infinitas significaciones y resignificaciones: “Inscrito en el plano, un cuadro ofrece frente a nosotros su laberinto, y con él la indeterminación de sus posibilidades textuales. Presto a organizarse en tantos diferentes u coherentes recorridos de lectura, el texto visual, desligado de su circunstancia, es tentación para una producción de significación totalmente libre en la que la colaboración emisor – receptor se pierde, reinserto en cambio en su situación de origen, promueve y alienta una labor que aspira a recobrar el sentido descubriéndolo sin dejar de construirlo e inventarlo”. (Rosa María Ravera. Op. Cit. Página 254). Rosa María Ravera no busca la inteligibilización lógica, no es la racionalidad categorial puesta en acto su objeto real. Utiliza el marco categorial buscando otra cosa, el dispositivo inconsciente, pre categorial: “cabría reconocer, entonces, en el comportamiento humano en general y artístico en especial, la intervención de emociones y sentimientos fundados en una esfera precategorial que ha sido percibida por Heidegger, por el Kant de la tercera crítica (véanse las posiciones de Garroni) y también por los estudios psicoanalíticos” (Rosa María Ravera. Op. Cit. Página 159). Luego, su obra es cómo su vida, es un tratar de ligar la razón con el sentimiento. El punto de llegada no es la lógica del cuadrado semiótico pictórico expresión del inconsciente del generador, sino que lo real mismo que está detrás, diluido en grandes avenidas del sentido que es posible aprender siguiendo la triada peirciana como herramienta analítica, pero como punto de llegada “no es la semiótica de lo invisible” sino que la subjetividad misma a la que se pretende aportar. ¿Qué la hace focalizarse en la semiótica de la estética y no en la plástica misma?. La respuesta que tenemos como posible es que ella encuentra en su quehacer analítico una vía de conciliar el deseo con la razón. Sus conferencias están llenas de eso. La conocí por primera vez en el IV Congreso de la International Association for Semiotics Studies (IASS- AIS) en Barcelona en 1989 y me llamó la atención los contenidos de su intervención, pero también sus Lentes (eran muy bellos) pero al mismo tiempo tomé conciencia semiótica que los significantes que de allí emanaban eran coherentes (correlación semiótica) con la redondés de su cara, el tono de la piel y el color de su ropa, y resaltaban sus ojos, lugar de la inteligibilización que iban junto con la palabra. Pero al mismo tiempo, no era toda una coherencia semiótica, sino que Rosa María Ravera argumentaba con los gestos. El lugar del cuerpo no era forcluído, sino que fuga de energía, era el sentimiento mismo. Compartí con ella muchas veces en el V Congreso IASS en Berkeley en 1994, en Guadalajara (VI Congreso IASS- AIS) en 1997, Dresden 1999 (VI Congreso IASS- AIS), La Coruña (Congreso FELS 1999, compartimos mesa con Umberto Eco), y entre medio me había interesado leer sus libros y su teorización sobre el arte y tomé consciencia de la directa coherencia de ellos con su realidad misma, argumentaba con los gestos al mismo tiempo que con la palabra. Los ojos eran importantísimos en el espacio intelectivo, estaba atenta y seguían el ritmo de sus gestos. En la Imagen precedente donde Rosa María Ravera aparece en el Documental de la Academia Nacional de Bellas Artes, el 11 de Enero 2012, es posible detectar que lo que dice va junto con las manos y ellas no solo grafican un sentido sino que son la expresión de su emoción. Cuando se emocionaba, sus ojos se abrían o se achicaban, mostrando sus razones más profundas. Luego, los lentes no eran solo un rasgo distintivo de estilo, sino que de lo más profundo de su ser, el sentimiento. Me tocó compartir con ella en el XII Congreso IASS- AIS en Bulgaria el 2014, el 14 de septiembre 2016 en el Homenaje que se le hizo en el Museo de Bellas Artes Juan B. Castagnino, en Rosario Argentina, y en el XI Congreso IASS- AIS en Nanjing, China, y no dejo de recordar que su conferencia dada el 16 de Octubre 2012 en Nanjing (China) junto a Gianni Vattimo y José Luis Finol, suscitó un interés muy grande en los jóvenes estudiantes de la Escuela Normal Superior de la Universidad de Nanjing pues estando acostumbrados a analizar todo, les llamaba mucho la atención que ella argumentara no sólo por el grano de la voz (muy diferente a Finol y Vattimo) viendo los ojos del auditorio era fácilmente percibible que el público había tomado consciencia de una implicación poco usual. Ensoñación. Recuerdos. Caminos de Lecturas. Rosa María nos deja un montón de interrogantes, pero sobre todo una obra sólida, y un darse a los otros que hace mucha falta en nuestra tierra. Por otra parte, es mi deber, agradecer públicamente a Rosa María Ravera su Conferencia Plenaria en el IX Congreso Internacional Chileno de Semiótica, organizado por la Universidad de La Frontera de Temuco y la Asociación Chilena de Semiótica, en Pucón, 14 al 16 Octubre 2015 donde sus palabras no solo fueron conceptos sino que se implicó en el sentimiento y muchos estudiantes quedaron asombrados por como ella los implicaba y respondía sus inquietudes. Rosa María Ravera ha dejado una huella, y es necesario decirlo.
Rafael del Villar Muñoz
Director Relaciones Internacionales Asociación Chilena de Semiótica
Comité Exécutive International Association for Semiotics Studies/ Association Internationale de Sémiotique
Profesor Investigador Titular Instituto de la Comunicación e Imagen, Universidad de Chile
Santiago de Chile, jueves 22 de julio 2021.
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